En el corazón del “Ambassador Lagoon”, lleno con 11 millones de metros cúbicos de agua, todo el mundo descubre de cerca peces de los cuatro rincones del mundo. El hotel cuenta con 20 000 peces y 65 000 en toda la estructura (250 especies). Las Lost Chambers están construidas a modo de laberinto dedicado al mito de Atlántida y la vida marina que rodea las ruinas de la ciudad engullida por el Atlántico. La decoración es muy futurista y bastante kitsch.

Diferentes acuarios presentan varias especies más o menos familiares, en espacios siempre redondos. Siempre hay alguien para informar sobre el universo acuático, sin embargo, echamos de menos la falta de señalización. A través del inmenso acuario, vemos los cuatro ojos de buey del restaurante “l’Ossiano” -desarrollado hace años por el desaparecido chef español Santi Santamaría- y encima los de las suites que tienen el privilegio de dar directamente a la vida marina.

En el complejo, los residentes del hotel pueden acceder a dos piscinas de uso exclusivo para huéspedes: una es tranquila y la otra lúdica. El Atlantis cuenta con siete. El spa tiene al menos 28 salas de masajes, en las que puedes probar tratamientos del mundo entero.

Club infantil: ¡A cada uno su universo! Por eso el club infantil está bien separado del club para adolescentes. Ambos son impresionantes por su modernidad y sus posibilidades. Se dedican varias salas a los niños de 3-12 años. Una tiene numerosos cojines y una pantalla enorme (como en el cine).

Una gran playa de arena fina de 1,4 km (75 km en total en la palma) se extiende justo al pie del gran complejo. La mitad de este espacio está exclusivamente reservado a los huéspedes del hotel, que también pueden disfrutar de la parte presente en el parque de atracciones. Todo el mundo encuentra fácilmente su lugar. Numerosas tumbonas y tiendas esperan a los veraneantes que sólo tienen que pedir para ser servidos. Las aguas claras, y vigiladas, no forman olas, ya que no están azotadas por el viento. Tres recintos sirven ensaladas y platos ligeros para
picar entre horas. Los niños encontrarán numerosos juegos en la arena. Pronto se inaugurará un club de deportes náuticos.

Se reparten por el complejo al menos 17 restaurantes y bares. Entre esta oferta pletórica, 4 están regentado por chefs galardonados con estrellas Michelín. Oda a la cocina japonesa, uno de los 25 Nobu del mundo entero se ha instalado aquí. Nada más cruzar la puerta, dejamos el universo del kitsch para pasar a uno de los más sorprendentes y elegantes restaurantes. Y también destaca una cómoda terraza con asientos de piel blanca y cojines orientados hacia la playa privada para crear la sensación de un chill out frente al mar con sesiones de DJ en directo nos recuerdan a cualquier local situado en Ibiza o en las playas españolas del Mediterráneo.